El consumo de esteroides anabólicos se está
convirtiendo en un peligroso hábito que puede ser severamente dañino
para la salud de no pocos jóvenes. Tal dato surge de un estudio
realizado por el Colegio de Farmacéuticos de Junín, difundido durante
un reciente congreso sobre el problema de las adicciones. El trabajo se
basa en una encuesta a la cual respondieron 3875 alumnos del nivel
polimodal, cuyas edades se hallaban comprendidas entre los 15 y 19
años.
En ese conjunto de adolescentes y jóvenes,
aproximadamente el 25 por ciento declaró consumir esteroides anabólicos
androgénicos, sin que mediara prescripción médica alguna y con
información escasa o nula acerca de los efectos no deseados de dicho
consumo.
Los esteroides anabólicos constituyen una forma
sintética de la testosterona u hormona masculina. Quienes acuden a
drogas como éstas buscan, por lo general, elevar sus rendimientos
físicos y lograr una mejor apariencia física al desarrollar mayor masa
muscular. El problema se plantea cuando, al hacerlo, se omite la
necesaria consulta y el subsiguiente control médico. La persistencia en
el consumo va desarrollando una adicción y una secuela de trastornos,
en ocasiones irreversibles.
Entre esos efectos adversos se encuentran las
afecciones de tipo hepático, algunas patologías del sistema
circulatorio, perturbaciones nerviosas, que se manifiestan en mayor
irritabilidad, agresividad y disposición a la violencia o bien en
formas de depresión.
Un factor adicional externo acentúa los riesgos
de que se establezca la adicción, debido a la relativa facilidad de
adquisición de la droga de manera clandestina, a veces en lugares no
autorizados, como los gimnasios, o a través de Internet.
El relevamiento constituye un llamado de
atención para tener muy en cuenta si se quiere reducir o evitar los
riesgos a los que se exponen tantos adolescentes y jóvenes.
Por una parte, es necesario fijar regulaciones
estrictas para la obtención de esas drogas. Según expresó el ministro
de Salud bonaerense, Claudio Mata, algunos de los productos
farmacológicos de ese tipo que están a la venta desde hace un tiempo ya
se encuentran regulados, pero es menester incorporar a otros de más
reciente aparición, a fin de que se comercialicen siempre bajo receta
archivada. En este sentido, es de desear que la disposición no se
limite a la provincia de Buenos Aires.
La otra acción por encarar sin demoras es poner
en marcha campañas preventivas que provean información adecuada a los
jóvenes y que sean difundidas en escuelas, gimnasios y clubes
deportivos, así como a través de los medios masivos de comunicación, de
modo de advertir a la población sobre los riesgos que el consumo
conlleva. Mas informacion: Abuso de esteroides anabolizantes.
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